Las
organizaciones en el transcurrir del tiempo han evolucionado; estos cambios han
incluido modificaciones en las estructuras organizacionales, lo cual a su vez,
ha ocasionado la adopción de nuevos estilos de administración, siendo habitual
encontrar en las instituciones
combinaciones de estilos de administración clásica acompañada de enfoque
administrativo estratégico.
Son
precisamente estos cambios los que han motivado diversas formas de concebir y
administrar a las personas al interior de las organizaciones. La gran
connotación de estos cambios radica en la forma como se concibe a las personas,
considerándose éstas en la actualidad, el capital mas “valioso” que pueden
tener las organizaciones.
Es
cierto que las organizaciones para funcionar necesitan de recursos económicos,
físicos y logísticos; pero son las personas constituidas en el capital
intelectual activo e intangible, quienes con habilidades, experiencias,
conocimientos e información, las que permiten los logros de la organización y
por tanto, deben ser consideradas el mayor activo organizacional. Se puede
tener toda la infraestructura física necesaria disponible, al igual que los
recursos económicos, pero esto no garantiza el logro de los objetivos de las
organizaciones. El logro de éstos se encuentra en las personas, quienes en el
día a día aportan su capital intelectual para el alcance del éxito
organizacional.
En
las organizaciones la gente se encarga de diseñar, producir un bien o un
servicio, de controlar la calidad, de distribuir los productos, de asignar
recursos, de establecer objetivos y metas en la organización; “sin gente
eficiente es imposible que la organización logre los objetivos”.
Las
personas pueden ser tratadas como recursos productivos o instrumentos de las
organizaciones, siendo denominadas “recursos
humanos”; la antigua administración de recursos humanos dio lugar al
nuevo enfoque “gestión del talento
humano”. En la nueva concepción, las personas han pasado a ser
consideradas, con sus esfuerzos y actividades, como seres dotados de
inteligencia, conocimientos, habilidades, destreza, aspiraciones y percepciones
singulares, como los nuevos “socios de
las organizaciones”, constituyéndose
en el “capital intelectual de la
organización” y en un elemento fundamental para el logro del éxito
organizacional. La gestión del talento humano depende, entre otros, de varios
aspectos como son: La cultura de la organización, la estructura organizacional
adoptada, las características del contexto ambiental, el negocio de la
organización, la tecnología utilizada y los procesos internos. En cualquiera de los escenarios la
gestión del talento humano está conformada por
las personas y las organizaciones, siendo lo básico la forma como se trata a las personas, sea como
socios o como recursos. La administración del talento humano debe perseguir la optimización de
habilidades de las personas, participación, creatividad y mejoramiento continúo.
Es
imposible establecer una separación entre las personas y las organizaciones.
Estas operan a través de las personas que hacen parte de ellas, son quienes
deciden y actúan en su nombre, dependiendo de estas para alcanzar sus objetivos
y cumplir sus misiones; de igual manera las organizaciones constituyen para las
personas el medio de alcanzar varios objetivos en el menor tiempo y esfuerzo
posible.
La
gestión del talento humano conlleva al reconocimiento de las personas como
capaces de dotar la organización de inteligencia y como socios capaces de
conducirla a la excelencia. Las personas deben ser concebidas como
el activo más importante en las organizaciones.
La
era de la información, del conocimiento y la globalización exigen nuevos
enfoques en la administración del talento humano. La gerencia moderna debe
estar plenamente identificada con la importancia, el alcance y las
repercusiones que genera el saber gerenciar el capital humano de la empresa que
tiene bajo su responsabilidad, debiéndose valorar el conocimiento de las
personas, sin el cual no sería posible afrontar los cambios continuos,
productos de la globalización y de los avances tecnológicos y alcanzar la
competitividad deseada en la sociedad del conocimiento y del cambio.
Prof. Martha Isabel Amaro Zambrano
BIBLIOGRAFIA
CHIAVENATO, I. EN: Gestión del Talento Humano, Editorial McGraw
Hill, Colombia 2.005 pág. 3-51 y 463-473.
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